Día 16

Un día gris. A mucha gente les encantan los días nublados por alguna razón… a mi me gusta tener un día así de vez en cuando porque me recuerda que sigo siendo sensible. Hablo de un día nublado del alma, no del cielo… de esos en los que quisiera no salir de su cama y quedarse pensando, recordando, reflexionando… de esos días en los que atormentan las equivocaciones cometidas, las heridas viejas duelen y el cuerpo se somete al ritmo lento de la tristeza…

No soy partidaria del pesimismo, mucho menos de la depresión y creo firmemente que lo que se ha ido fue por nuestro bien y me gusta creer que algo mejor vendrá… pero de veras que un día gris es saludable para no pensar que somos de acero.

Soy valiente, soy fuerte y trato de no dejarme lastimar, pero cuando tengo un día gris mi corazón trae todo lo que ha estado guardando, todo mi dolor, todas mis tristezas, mis malos recuerdos, mis preocupaciones, mi soledad… y todo junto termina en una explosión de llanto… pero de aquel llanto que libera, de las lágrimas puras que limpian las ventanas del alma… y lloro en silencio pensando una y otra vez en las desventuras del pasado hasta que mi corazón se haya consolado y mi valentía me levanta de nuevo. Después de un día gris, todo queda como nuevo. La energía se purifica y hay mas ganas de continuar. Eso sí, no se vale recordar lo mismo cada vez que haga esto…la idea es irse liberando poco a poco. Así que solo son recuerdos a corto plazo… los de largo plazo tuvieron que haberse ido mucho tiempo atrás. Ahora, si es la primera vez que lo hace, si puede ser la excepción.

Es un buen consejo para poner en práctica… sirve para que el corazón no guarde rencor. Sirve también para no contarle sus penas a nadie y que el guardárselas no le haga daño. Tampoco es saludable tener días grises tan seguido…sino que triste la vida!!! =)

Así que, si alguna vez mira opacos mis ojos, no es porque esté sufriendo, es porque estoy viviendo mi día gris.


Publicación creada y autorizada por un alma libre que aun cree que la vida tiene muchas sorpresas para ella, a mi parecer es suave como el algodon pero fuerte y densa como la neblina, que la vez dificil y te cuesta atravezarla pero si lo logras te das cuenta que fue bueno hacerlo y que al final no costo tanto... asi es mi Leila eso pienso de vos... ojala podamos tener mas cartas de ese romance...